martes, 28 de septiembre de 2010

¿Cómo bajarle la fiebre a los niños?


La fiebre, generalmente, es la repuesta que da el organismo para defenderse de algunos procesos infecciosos. Todos los niños presentan fiebre en algún momento, y mayormente, la misma desaparece a los pocos días.
Si notamos que un niño tiene fiebre, lo mejor es tratar de bajársela en casa con métodos sencillos.

Lo primero es darle un antifebril, siempre cuidando que la dosis esté de acuerdo a la edad y peso. Si desconoce cual es la dosis adecuada, lo mejor es llamar al pediatra y consultarle. El antifebril bajará la temperatura pero no curará la causa de la fiebre.
Si el bebé tiene menos de 2 meses, se debe acudir al médico y no administrar ningún tipo de medicamento.

Luego, para ayudar a bajar la fiebre, podemos darle un buen baño con agua tibia, no se recomienda el agua fría ya que puede causar escalofríos. Lo ideal es sumergir al niño en la bandera con agua tibia alrededor de 10 a 15 minutos. Luego retirarlo y secarlo.

No friccionar el cuerpo con alcohol, ya que el mismo se absorbe por la piel y puede causar intoxicación.

Vestir al niño con un pijama o ropa de algodón, para que el calor del cuerpo pueda escapar. Si lo acuesta, cúbralo solo con una sábana o manta liviana. Demasiada ropa o abrigo puede evitar que el calor del cuerpo se libere y aumente la temperatura corporal.

La temperatura del ambiente en donde se encuentra debe ser ni muy caliente, ni muy fría.

Para evitar la deshidratación, ofrecerle liquido de manera constante, ya sea por medio de agua, sopas, caldos, gelatinas, y evitando las gaseosas o las bebidas con cafeína.

Si junto a la fiebre se presentan vómitos o diarrea, lo mejor es consultar al médico sobre que bebida hidratante debería darle. Mientras, intente darle líquido con una cucharita o en pequeños sorbos. La fiebre provoca una rápida pérdida de líquido y se hay vómitos o diarrea, la deshidratación es casi segura.

Si solo hay fiebre y el niño desea comer, puede ofrecerle cualquier alimento (en porciones razonables); pero si no tiene hambre, no hay que exigirle que coma, mientras beba sin dificultad.

Se debe evitar que el niño esté en actividad, lo mejor es llevarlo a la cama, o que haga actividades tranquilas.

Nunca se debe llevar a un niño con fiebre o febrícula a la escuela guardería o jardín maternal. Solo debe volver a sus actividades normales luego de que hayan pasado unas 24 horas sin tener temperatura.

Se recomienda acudir a la guardia sin demora en los siguientes casos:
  • Llora de manera inconsolable o se encuentra extremadamente molesta.
  • No se puede mantener despierto y se encuentra desorientado.
  • El cuello está rígido y duele mucho la cabeza.
  • Las uñas, labios y lenguas se encuentran azuladas.
  • No posee domino de su cuerpo, sus miembros se encuentra flácidos y babea en exceso.
  • Se presentan convulsiones.